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Abstracto

 

Nuestros estudios anteriores demostraron que el recubrimiento previo de fibras filtrantes con aceite de árbol de té biológicamente activo (TTO) mejora la eficiencia de recolección física de los filtros convencionales de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), y proporciona una inactivación rápida y rentable de las partículas bacterianas y fúngicas capturadas en la superficie del filtro. El objetivo principal de este estudio fue investigar la actividad antiviral de dos desinfectantes naturales, es decir, TTO y aceite de eucalipto (EUO), contra el virus de la influenza capturado en la superficie del filtro. Se descubrió que ambos aceites probados poseen fuertes propiedades antivirales cuando se usan como materiales de recubrimiento de fibras, capaces de inactivar los microorganismos capturados dentro de los 5 a 10 minutos posteriores al contacto con la superficie de la fibra. La actividad antiviral de TTO también se desafió con éxito en forma de aerosol mezclando partículas virales viables en el aire con gotas de aceite en la cámara de aerosol rotacional. Los resultados parecen muy prometedores para un mayor desarrollo de procedimientos y tecnologías de inactivación de virus para aplicaciones de calidad del aire.

 

Introducción

Debido al considerable impacto en la salud humana y animal, los aerosoles biológicos se están convirtiendo en un tema cada vez más importante de investigación en todo el mundo. La eliminación de partículas microbiológicas del aire ambiente con su posterior inactivación sería una de las formas más eficientes de minimizar los riesgos de exposición directa a partículas en el aire o partículas reaerosolizadas de las superficies colectoras. Dado que la filtración sigue siendo el método más eficiente para la eliminación de partículas en el aire, se usa comúnmente para purificar el aire a partir de partículas microbianas por sí sola o en combinación con procedimientos adicionales y módulos tecnológicos que mejoran la eficiencia del proceso con una alteración mínima de la hidrodinámica del filtro. Dichos procedimientos de mejora de la filtración incluyen la utilización de iones unipolares (Huang et al. 2008), carga electrostática del medio filtrante (Raynor y Chae 2004), recubrimiento de fibras con líquidos (Agranovski y Braddock 1998; Boskovic et al. 2007) y otros. .

 

Teniendo en cuenta el hecho de que los aerosoles microbianos recogidos permanecen en la superficie del filtro, no se puede descartar alguna posibilidad de que posteriormente se desprendan y se vuelvan a aerosolizar de nuevo al gas portador. Las partículas reaerosolizadas podrían seguir vivas, causando riesgos sustanciales para los residentes y el medio ambiente. Este problema podría abordarse agregando agentes desinfectantes al gas portador o realizando algunos procedimientos de inactivación directamente en la superficie del filtro, inactivando las partículas microbianas en los casos de posible reaerosolización.

 

Existen algunos enfoques tecnológicos disponibles para la desinfección microbiana. Incluyen la descomposición fotocatalítica de microbios en superficies de óxido de titanio irradiadas con luz ultravioleta (UV; Vohra et al. 2006; Grinshpun et al. 2007), descomposición térmica basada en radiación infrarroja (IR) (Damit et al. 2011), utilizando productos químicos inyectados directamente. en el transportador de aire o aplicado sobre la superficie del filtro (Pyankov et al. 2008; Huang et al. 2010), y otros. Entre la variedad de desinfectantes, algunos aceites naturales parecen prometedores debido a su naturaleza baja o no tóxica, especialmente en forma diluida (Carson et al. 2006). Durante la última década, se han analizado una variedad de aceites esenciales de plantas para evaluar su actividad antimicrobiana (Reichling et al. 2009).

 

El uso potencial de aceites, como el aceite de árbol de té (TTO) y el aceite de eucalipto (EUO), como desinfectantes se demostró claramente en estudios in vitro recientes sobre antibacterianos (Wilkinson y Cavanagh 2005; Carson et al. 2006; Salari et al. 2006). ; Hayley y Palombo 2009), actividades antifúngicas (Hammer et al. 2000; Oliva et al. 2003) y antivirales (Schnitzler et al. 2001; Cermelli et al. 2008; Garozzo et al. 2011). Además, se demostró que los aceites esenciales son mezclas heterogéneas, con una variación considerable de sus componentes entre lotes, dependiendo de las condiciones de crecimiento en las plantaciones (Kawakami et al. 1990; Moudachirou et al. 1999). La actividad antimicrobiana del TTO se atribuye principalmente al terpinen-4-ol (35–45%) y al 1,8-cineol (1–6%); sin embargo, otros componentes como el a-terpineol, el terpinoleno y el a- y c-terpineno también suelen estar presentes y contribuyen potencialmente a la desinfección microbiana (May et al. 2000). El EUO de diferentes especies de eucalipto contiene 1,8-cineol, a-pineno y a-terpineol como principales compuestos comunes (Jemâa et al. 2012). Un EUO de calidad farmacéutica suele enriquecerse hasta un 70 % de concentración de 1,8-cineol.

 

Recientemente, sugerimos una tecnología basada en el recubrimiento de filtros fibrosos mediante TTO e informamos los resultados de estudios de viabilidad sobre la desinfección de bacterias (Pyankov et al. 2008) y esporas de hongos (Huang et al. 2010). En estos estudios, el TTO se utilizó como medio para mejorar la eficiencia del filtro y como desinfectante en aerosoles bacterianos y fúngicos capturados en la superficie del filtro. Teniendo en cuenta el gran interés actual hacia la investigación relacionada con la influenza, el presente estudio es una continuación lógica de nuestras investigaciones anteriores centradas en la evaluación de la actividad antiviral de los aceites esenciales (TTO y EUO) sobre la inactivación del virus de la influenza transmitido por el aire.

 

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Hora de publicación: 23 de enero de 2021